
¿Qué puedo hacer para seguir con mi vida después de una pérdida?
Queridos lectores, han pasado ya unos cuantos meses desde la última vez que me dirigí a vosotros; por eso hoy, en nuestro reencuentro quiero hablar de un tema que aún en nuestros días y después de haber sufrido una pandemia mundial, sigue siendo uno de los tema tabú que continúa minando nuestras cabezas, y por qué no decirlo, nuestra sociedad. Me refiero al duelo.
El título de esta columna podría ser cambiado fácilmente por este otro: ¿cómo dejar de estar muerto en vida? aunque por temas de ética no lo veo apropiado. Lo que sí creo que vale la pena resaltar, en una situación que hoy en día sigo observando dentro del tema de la pérdida, y esto es que, para muchos seres humanos, la muerte de un ser querido les puede doler tanto, que les transforma, pierden las ganas de vivir, y a partir de la pérdida, van como en control remoto, no son conscientes que los segundos, minutos, horas y días les pasan por delante… en resumen, ¡¡no son capaces de vivir!!
Por el contrario, se muestran ausentes, perdidos en los recuerdos del pasado, en los tiempos del ayer, esos que ya no volverán, y así pasan los días, sin darse cuenta que la vida sigue, que continua sucediendo delante de sus narices, y con ella, la vida de sus otros seres queridos, sí, esos que también sufren, y muchas veces por partida doble, por que quien ha fallecido duele, y quien está, pero ausente también duele…ellos… los que aún respiran, que les necesitan y que además, por las increíbles sinergias de la vida, todos unidos son la clave par ayudarse mutuamente a transitar el duelo, gestionando las emociones, comunicándose entre todos y así atender y sostener el desapego.
¿Recuerdan ustedes qué es el duelo?… el duelo es una respuesta emocional y psicológica natural que experimentamos cuando perdemos a alguien o algo significativo en nuestras vidas. Es importante hacer hincapié y comentar que el duelo tiene varias vertientes, aunque a menudo se asocia con la muerte de un ser querido, también puede aparecer en reacciones ante otras pérdidas, como la ruptura de una relación personal, emocional o laboral, o la pérdida de un trabajo o incluso la pérdida de una mascota.
Ahora bien, cada proceso de duelo es único para cada individuo y puede manifestarse de diferentes formas. Algunas personas pueden experimentar emociones intensas como tristeza, ira, confusión, culpa o ansiedad. ( todas y cada una de ellas se gestionan de forma ecológica en la metodología C.R.E.C.E.R)
Además de las emociones, el duelo también puede generar síntomas físicos como fatiga, falta de apetito o dificultades para dormir, entre otros muchos.
Importante recordar, como acabo de mencionar, que el duelo no tiene una duración fija y sigue un curso propio para cada persona, puede variar en intensidad y duración. Algunas personas pueden necesitar más tiempo y apoyo para adaptarse a la pérdida, mientras que otras pueden avanzar más rápidamente.
Hablemos del proceso de duelo
En situaciones de duelo es importante tener en cuenta que en aconsejable:
– Permitirse sentir y expresar las emociones de manera saludable.
– Es fundamental buscar apoyo emocional y en casos de duelo complicado o prolongado, considerar la ayuda de profesionales de la salud mental para recibir un acompañamiento especializado.
– Recuerda, no hay un enfoque universalmente correcto para lidiar con él duelo, por ello es importante tener en cuenta que toda ayuda es buena y necesaria, además de una predisposición de nuestra parte para poder transitar el duelo de una forma ecológica y sana.
– Cuida de ti mismo: Durante el proceso de duelo, es importante cuidar de ti mismo tanto física como emocionalmente.
– Trata de mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y descansar lo suficiente.
– Además, encuentra tiempo para realizar actividades que te brinden alegría y distracción.
Las etapas del duelo
Entender en qué etapa del proceso de duelo te encuentras es una parte importante de la sanación. Estas etapas no necesariamente ocurren en un orden específico y pueden variar en duración. Las etapas más comunes según el modelo de Elisabeth Kübler-Ross son:
- Negación: Es común al principio del duelo, cuando la persona se niega a aceptar la realidad de la pérdida. Puede ser una forma de protección emocional inicial.
- Ira: La persona puede sentir irritabilidad, resentimiento y enojo hacia la situación o hacia quienes están involucrados en ella, incluso hacia la persona fallecida.
- Negociación: En esta etapa, la persona puede intentar hacer acuerdos o negociaciones (incluso con fuerzas superiores) para tratar de evitar o retrasar la realidad de la pérdida.
- Depresión: Se experimenta una tristeza profunda y un sentimiento de vacío. La persona puede tener problemas para concentrarse, cambios en el apetito o energía reducida.
- Aceptación: En esta etapa, la persona comienza a aceptar la realidad de la pérdida y busca formas de seguir adelante.
- No significa que el dolor desaparezca por completo, pero se logra una integración más saludable de la pérdida en la vida diaria.
Me reitero al decir que estos pasos no son lineales y que cada persona vive el duelo de manera individual, ésto queridos lectores es importante recordarlo siempre.
“No hay una norma establecida para la duración de cada etapa y algunas personas pueden saltar o repetir etapas”.
¿Cómo empezar a vivir después de la muerte?
Perder a alguien que amamos nunca es fácil y para algunas personas puede llegar a ser una experiencia muy dolorosa y difícil de transitar, no obstante recuerda que…
“Amar es honrar la presencia de aquellos que ya no están físicamente, permitiéndoles vivir en nuestros corazones y recordando su amor con gratitud y cariño.”
Dicho esto, me gustaría haceros un regalo, se trata de algunos consejos adquiridos desde la experiencia en mi propio proceso de duelo, y que forman parte de la guía “manteniéndome en pie Después de la Muerte”, de mi metodología C.R.E.C.E.R.
Estos consejos pueden ayudarte si estas pasando por un proceso de duelo después de una pérdida, o necesitas una ayuda extra para mantenerte firme después de transitar tu duelo.
1. Permítete ser tú: No juzgues tus emociones, ya sean tristeza, ira, confusión, culpa o incluso alivio. El duelo es un proceso complejo, permítete tener esos sentimientos y reconoce que son una parte natural de la respuesta al dolor de la pérdida.
2. No te apresures: El proceso de duelo lleva tiempo y no hay un calendario establecido para sanar.
No te sientas presionado para “superarlo” rápidamente, no te compares con los demás. Date el tiempo y el espacio que necesites para procesar tus emociones.
3. Busca apoyo emocional: Habla con amigos, familiares o terapeutas especializados en duelo. Ellos pueden brindarte apoyo comprensivo y un espacio seguro para que puedas expresar tus emociones libremente. Compartir tus sentimientos con alguien de confianza puede alivianar la carga emocional y ayudarte a procesar el dolor de manera más saludable.
4. Acepta los altibajos emocionales: El duelo no es un proceso lineal y es común experimentar altibajos emocionales. Puedes pasar de momentos de tristeza profunda a momentos de aceptación y, luego, regresar a la tristeza. Permitirte sentir estos altibajos te ayudará a avanzar hacia la aceptación y la sanación.
5. Sé amable contigo mismo y comprensivo con tus propios cambios emocionales. Sé amable contigo mismo: El duelo puede hacerte sentir una variedad de emociones negativas, como culpa o remordimiento. Es importante recordar que eres humano y que estás pasando por un proceso de sanación.
Permítete ser compasivo contigo mismo y recuerda que es normal tener altibajos en tu proceso de duelo.
6. Encuentra formas de recordar a tu ser querido: A medida que avanzas en el proceso de duelo, encontrar formas significativas de honrar y recordar a tu ser querido puede ser útil. Puedes crear un altar con fotos y objetos significativos, escribir en un diario o participar en actividades de conmemoración.
7. Encuentra formas saludables de expresar tus emociones: Experimenta diferentes métodos para expresar tus emociones y encuentra el que funciona mejor para ti.
Algunas actividades pueden incluir escribir en un diario, dibujar, pintar, tocar música, hacer ejercicio o practicar técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda.
Para mí, como counsellor y terapeuta especializada en el acompañamiento en el duelo, todos los procesos de duelo en los que intervengo, son orientados desde el amor y los valores, ya que como le digo a mis clientes:
“El amor perdura más allá de la separación física, se ancla en nuestro ser y nos guía en el proceso de duelo, recordándonos que el amor nunca muere.”
Siempre cuando hablamos de emociones y sentimientos es importante mirar dentro, en nuestros corazones, ese no se equivoca, no nos miente, y siempre nos hace recordar los momentos vividos con nuestros seres queridos con una pizca de emociones incluidas; así que si somos capaces de recordar aquellas vivencias y momentos llenos de amor que con ellos compartimos, seremos capaces de recordar desde el amor y no del dolor, así lo expongo en la metodología C.R.E.C.E.R
“En el corazón roto por la pérdida, el amor llenará los espacios vacíos, brindando consuelo, sanación y la fortaleza para seguir adelante, convirtiendo el recuerdo en añoranza, y el dolor en amor.”
Para terminar, quisiera despedirme con un consejo importante para aquellos que están transitando un proceso de duelo: cuando busques apoyo, es necesario hacerlo en un espacio ecológico, libre de juicios y en un lugar seguro, donde te acompañen de forma segura, que descubras la importancia de atender tus emociones y pasar a la acción.
Por mi parte me despido, hasta la próxima entrega, si tienes alguna pregunta más específica, si te apetece saber algo más sobre mi metodología C.R.E.C.E.R. o si te gustaría que en mi próxima columna escriba sobre un tema específico, déjamelo saber. Será un placer interactuar contigo…y recuerda que:
“Transitar el duelo desde el amor implica cultivar nuestra propia compasión y empatía, tratándonos a nosotros mismos con amor y gentileza mientras navegamos por la tormenta emocional.”