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Tendencias que están cambiando los rituales de los funerales.

El uso y costumbre de los servicios funerarios va cambiando, y las personas buscan opciones que se adapten mejor a sus creencias, sus actitudes hacia la muerte, su filosofía personal y el cuidado del medioambiente. Esto se manifiesta a través de la demanda de los servicios de cremación y despedidas de cenizas, y el aumento de la demanda de cementerios naturales o ecológicos. Si bien los métodos tradicionales de velación y sepultura, siguen siendo la opción popular, la cremación, y los parques ecológicos – naturales, surgen como una forma alternativa para satisfacer la demanda de los cambios generacionales y el deseo de aquellos que ven en estas nuevas alternativas, opciones diferentes, amigables con el medio ambiente, y más económicas.

Cada vez son más las personas que dejan de lado los dos días de velatorio, la ceremonia religiosa y el entierro del cuerpo embalsamado dentro de un ataúd —que puede costar tanto como un auto usado— y en su lugar, eligen funerales que no tienen tanto impacto sobre el planeta ni el presupuesto. También buscan rituales más personales, que rompan con las rígidas costumbres que se hicieron norma en el siglo XX. Te presentamos un vistazo de las opciones que existen.

Cremación:

La cremación es lo que se considera “normal” actualmente. El año pasado, la cremación superó al entierro tradicional por primera vez en Estados Unidos. Ese es un hito sumamente importante que marca un cambio enorme en las tradiciones funerarias. En 1970, solo un 5% elegía la cremación. Este año, de acuerdo con la Cremation Association of North America, alrededor del 55% de las personas que fallezcan serán cremadas, y se anticipa que para el 2030 ese número llegará al 71%. ¿Cuál es el motivo principal por el cual se prefiere la cremación al embalsamamiento? Es mucho más económica: cuesta un tercio de lo que cuesta un entierro común. También ahorra recursos naturales, como la tierra donde se emplaza la tumba y la madera o el acero del ataúd.

Cremación líquida:

Lo último en cremación es un proceso que se llama hidrólisis alcalina o licuefacción. Funciona así: el cadáver se coloca en una cámara con una solución que disuelve todo menos los huesos, los cuales se trituran hasta formar cenizas que luego se entregan a la familia. Es un proceso con menos impacto ecológico que la cremación con fuego, ya que esta última arroja tanto dióxido de carbono al aire como un viaje de 600 millas en automóvil. La hidrólisis alcalina es legal en quince estados y es algo tan nuevo que no hay estadísticas sobre cuántas personas eligen este método. El costo es comparable al de la cremación común.

Entierro “verde” o ecológico:

Esta tendencia del siglo XXI proviene directamente del siglo XIX: los entierros verdes, en los que el cadáver sin embalsamar se coloca en un contenedor biodegradable y se entierra directamente en la tierra. La naturaleza se ocupa del resto. Su creciente popularidad se debe a la preocupación por el impacto ambiental que tiene el entierro de cuerpos embalsamados con líquidos tóxicos y al deseo de reducir la gran cantidad de recursos naturales que se usan en los entierros tradicionales. Un entierro verde también es mejor para el presupuesto, ya que, cuesta menos de la mitad de lo que cuesta un funeral tradicional. “Es un retorno a las costumbres funerarias simples que eran comunes antes”, dice Kate Kalanick, directora ejecutiva de la junta del Green Burial Council. La entidad no lleva estadísticas de la cantidad de entierros de este tipo que se están realizando en Estados Unidos, pero Kalanick dice que la lista de proveedores de entierros ecológicos con la que cuentan ha crecido de solo uno, cuando comenzaron en el 2005, a más de cuatrocientos este año.

Funerales en el hogar:

Cada vez son más las personas que eligen no utilizar los servicios de un agente funerario y ocuparse ellas mismas de los restos de un ser querido. En vez de llevar rápidamente el cuerpo a una funeraria y dejarlo en manos de otros, la familia lo lava y lo viste, el velatorio se realiza en la casa y los mismos familiares se ocupan del entierro. Es algo sobrio y muy personal. “Se trata de que la familia vuelva a ocuparse de sus seres queridos en el momento de la muerte”, dice Ed Bixby, dueño de Steelmantown Cemetery en Steelmantown, Nueva Jersey, quien se especializa en ayudar a las familias a realizar funerales en el hogar. También es mucho más económico que un funeral tradicional. La National Home Funeral Alliance, una organización sin fines de lucro que brinda educación sobre cómo hacer un funeral en casa, dice que este tipo de funeral puede costar apenas $200 si se entierra al ser querido en el jardín. Para quienes no están preparados para encargarse del funeral completo —por ejemplo, la parte en que hay que conservar el cuerpo con hielo—, existe la posibilidad de contratar a una funeraria u otro especialista para que se haga cargo de algunos de los pasos del proceso.

Perros terapéuticos:

Algunas funerarias han agregado perros a su equipo de trabajo para consolar a las personas que están viviendo un duelo. En Olson Funeral Home and Cremation Service en Sheboygan, Wisconsin, Olli, un joven cockapoo, se acurruca con las familias mientras planifican el funeral. “A las familias les encanta que el perro esté aquí”, dice el dueño, James Olson. “Por un momento, hace que se olviden de lo que estamos haciendo”. No hay estadísticas de cuántos perros trabajan actualmente en empresas fúnebres, pero una encuesta de la National Funeral Directors of America reveló que casi el 35% de las personas están “muy interesadas” en tener un perro terapéutico en su funeral. De modo que es razonable esperar que las funerarias respondan a esa necesidad.

Esparcir las cenizas, ya pasó de moda:

Polvo eres y en polvo de… ¿cartucho de escopeta volverás? Hay muchas empresas que ofrecen opciones más interesantes que dejar las cenizas de un ser querido en una urna. Una compañía inglesa las comprime en un disco de vinilo con una canción personalizada. Tu artista de tatuajes puede mezclarlas con la tinta que usa y hacerte un tatuaje personalizado en su honor. Y una empresa de Alabama las pone en la munición que tú elijas para que puedas dispararlas al más allá en un homenaje de una salva. Diamantización, urnas biodegradables para convertirte en un árbol y varias opciones más forman parte de la moderna oferta del destino final de cenizas.

Aún, cuando las tendencias de uso y costumbre de despedir a una persona fallecida, con el correr de los tiempos está cambiando; es necesario que sus recuerdos permanezcan en nuestra memoria, de la misma forma que su ADN corre por nuestra sangre y se transmite de generación en generación. Aunque la persona muere, la relación continúa; no podemos ver, tocar o hablar, pero en nuestro recuerdo podemos seguir reconociendo y sanando aspectos de esa relación.

Debemos enseñar a nuestros hijos, que vivimos rodeados por recuerdos que nos acompañan. Integrar en nuestra vida a aquellas personas que nos precedieron o que ya no están, es una forma de trascendencia, pues así mantenemos viva su memoria. Honrar significa precisamente, que ese nadie, esa persona que ya no está físicamente con nosotros, se convierta en alguien: mostrándole respeto, consideración, ofreciéndole reconocimiento y un lugar en la familia y en la sociedad. Aquellos que nos han precedido son las raíces sobre las que se sustenta nuestra identidad.


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Ricardo López De Lacalle

Director Ejecutivo. Soy consultor y asesor independiente para la gestión y desarrollo de proyectos de estrategia e innovación en el sector de servicios sociales y la industria exequial. Con fuerte impronta en la implementación de valor agregado y redes empresariales. Asesoro a empresas de servicio funerarios, cementerios parques privados, crematorios, organizaciones de asistencia médica - privada, gobiernos provinciales y/o departamentales, tanto en Uruguay como en otros países de América Latina.

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